Por Omar Carmona X.
¡Es hora de volver al teatro! Tornar a este recinto fabuloso que rebasa ya el centenario es vivir la historia y llenar de vida un sitio tan importante como es el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Aquí donde Emmanuel se ganó la inmortalidad cantando Al final en la final nacional del festival OTI, aquí donde Venustiano Carranza asistió a la gala inaugural ese 25 de mayo de 1918 en una función de opereta, este sitio que en su momento fue el teatro más moderno del país por su equipamiento y funcionalidad tiene muchas anécdotas para contar y esta noche se suma a su grandioso libro de recuerdos.
La gente llega más temprano a la función y cabe mencionar que sin la diligencia del personal del teatro hubiésemos tardado mucho más en tomar nuestras localidades.
Llegada la tercera llamada es que el presentador de cabecera de este festival, don Marco Antonio Lugo, nos da la cordial bienvenida junto a la cabeza de este proyecto, el compositor, intérprete y promotor del bolero, Rodrigo de la Cadena.
Se presenta la Orquesta Mexicana del Bolero con el coro de Los Miranda, quienes en conjunto reciben la cálida bienvenida de quienes atendemos a este llamado al goce de grandes e inolvidables canciones.
Comienza con la rúbrica de la orquesta, que luego da paso a una remembranza de los antiguos comerciales radiofónicos: Canada Dry, Sal de Uvas Picot entre otros.
¡No menos de diez personas de las presentes se conmovieron al escuchar esos anuncios que en su temprana niñez fueron parte de las tardes en torno al radio o a la televisión! O bien, que por las anécdotas de nuestros padres y abuelos sabemos de estos simpáticos mensajes publicitarios que, tan bien hechos, quedaron en la memoria colectiva de su tiempo y trascienden generaciones.
De nuevo el primer número es la remembranza a las divas del bolero por parte del ballet y compañía artística Spartacus, tal cual lo he reseñado en la crónica anterior, evocando a Toña la Negra, María Luisa Landín, María Félix, Amparo Montes y Lupita Palomera. Yo, que estaba entre el público, no pude evitar escuchar a algunas de las personas concurrentes decir que si estaban cantando realmente como aquellas grandes figuras, siendo así que la ilusión estaba generada y la curiosidad sembró su germen en la imaginación de los presentes.
Se proyectó una semblanza sobre una de las receptoras del premio mundial del bolero, Malena, con la voz del locutor Rubén Cepeda, quien auxiliado por imágenes de diversos archivos recorría la larga trayectoria de la segunda de las Burke. Tras el aplauso del respetable Malena convocada por los conductores a subir al escenario para recibir el merecido galardón, pero el público no sólo quiere verla ahí arriba, quiere escucharla y para complacernos esta diva del canto cubano interpreta Palabras de Martha Valdés, Verdad amarga de Consuelo Velázquez con el fino y galante acompañamiento en la guitarra de Felipe Valdés y Alma con alma de Juanito Márquez, acompañada de una rutilante Orquesta Mexicana del Bolero que dirigen su titular, maestro Enrique Ríos, y el director invitado, el maestro Abraham Barrera, quien ha hecho muchos de los arreglos que han de sonar a lo largo de esta noche que promete no irse de nuestras manos, al menos no muy pronto.
El escenario quedó en su punto y justo vino un homenaje a la música de Meme Solís con dos números en la interpretación de Niurka Taupier y Felipe Valdés: Mañana y No creo. Cabe mencionar que fue Niruka Taupier la voz a quien el maestro Armando Manzanero le hizo su última producción en vida, producción que al quedar inconclusa quedó en las manos de Rodrigo de la Cadena que llevó a buen puerto el proyecto fonográfico de la agrupación que encabeza la maestra Taupier: Cofradía de Cuba.
Se proyecta la semblanza de Meme Solís y este, llegando al escenario entre ovaciones recibe el premio e interpreta de Luis Kalaff el bolero Aunque me cueste la vida, junto a la Orquesta Mexicana del Bolero ¡Y vaya que puso al teatro a bailar! Una energía tremenda fue la surgió de todos los asistentes a esta gala que las palmas y las voces llenaron el gran coloso de Donceles.
Posteriormente Los Miranda, maravilloso conjunto vocal, cantan junto a Meme Solís en el piano, el tema Otro amanecer y no pude evitar remontarme a la década de los cincuentas y sesentas donde Meme y su cuarteto hacían las delicias del público en la televisión cubana. ¡Qué hermosa canción y tan nutrida armonía!
Probablemente usted no tenga presente a Meme Solís, por lo que le invito, después de leer este texto, a buscar su música y sus videos en esta maravilla que es el internet.
Hubo quien se robó la noche, sí, pese a que no hubo actuación que desmereciera la gracia del público, una voz que igual viene de la mayor de las Antillas, específicamente de Camagüey: la maestra Yaíma Sáez quien canta a dueto con Meme al piano la canción Me falta la canción, un sueño acariciado por este portento del canto que en unos pocos compases nos arrebató el corazón.
Fue la primera vez que Meme y Yaíma cantaban este tema juntos ¡Y como si se conocieran de años, la interpretación fue excelsa! Con pesar del respetable Yaíma se retira entre ovaciones, pero viene Malena Burke con esa gracia divina y con Meme Solís, a quien ya designamos como pianista de esta noche, interpreta ¡Qué infelicidad! De la autoría de Meme.
Así como hubo sorpresas la noche anterior las hay en este sábado que es gigante en emociones y vibraciones: viene una voz que por mérito propio ha hecho que su nombre esté entre las más grandes cantoras de Cuba, de una estirpe que no nos es ajena, Haydée Milanés, que canta junto a Meme el tema Quédate, música del maestro Solís y letra de Olga Navarro.
Esto ya se volvió una revolución de recuerdos y descubrimientos conducidos por el hilo firme de las emociones, ahora es momento de que el maestro nos lleve a esos primeros años de su carrera, cuando le tocó acompañar a la reina del bolero, a Olga Guillot, quien sin duda lo marcó de por vida y generó una relación de afecto y admiración, la trajo de vuelta con una canción que ella le grabó en su último disco: Y pensar, que en su segunda mitad interpreta junto a Rodrigo de la Cadena.
Déjenme contarles esto: Meme, Malena y Rodrigo se conocen de hace bastante y nos lo dan a notar con el ensamble que estamos por presenciar, un homenaje al trío Los Panchos pero con un arte al hacer voces que hace digno homenaje, no imitación, a grandes canciones como Lo dudo, Sin ti y Amorcito Corazón, intercalando frases de esas tres en un final insospechado pero lucidísimo por lo complejo de su armonía vocal. Tras esto, los tres homenajean a Los Hermanos Castro y a la genialidad compositiva de Arturo Castro con el tema Llorar por dentro. Llega el momento en que Malena y Meme tomen un descanso y se dispongan a disfrutar esta noche que es para ellos y su incuestionable aporte al género que une las Américas.
El actor y cantante Ivan Caraza nos regala un bolerón que me desbloqueó un recuerdo grato Pescador de Estrellas de Mario Rincón junto a la Orquesta Mexicana del Bolero, y me llevó al instante en que conocí esta canción en aquél reducto preciado de todos los que somos bohemios de corazón y vivimos en la capital: La Cueva de Rodrigo de la Cadena, que hoy se encuentra en sus actividades suspendida.
México tiene en Rodrigo de la Cadena un embajador de la canción y con credenciales, pues fue el primer latinoamericano en ganar el Gran Premio del Festival de la Canción Eslava de Belarús, esto hace ya unos años. Un jovencito se aproxima al centro del escenario, es Rodrigo Villegas, último representante de México en el Slavianski Bazaar (nombre original del certamen antes mencionado), interpreta junto a la orquesta un bolero en inglés y en español Sway/Quien será, de Pablo Beltrán Ruiz y Luis Demetrio. La gente en frenesí entregada a una voz tan virtuosa y una personalidad que imponía en el escenario pese a la mocedad de este artista, exigía otro número de este novel intérprete, quien sería convocado al final de la noche, pero no nos adelantemos, que falta bastante para llegar a ese momento.
Una joven estrella que va paso a paso haciéndose de un nombre en el género, participante de la primera edición del festival Jóvenes por el bolero, del norte del país venía a deleitarnos con una de las canciones que a mí más me gustan y ella con el estilo que la caracteriza le hace honores a dicho bolero: Sofia Villa, que interpreta Como un perro de Severo Mirón, con la Orquesta Mexicana del Bolero. Se vienen otros jóvenes talentos como el muy querido Adrián Varela, que nos canta un bolero que habla del amor diverso, Con más de dos de Rodrigo de la Cadena y Rene Franco. Eric Ventura nos embelesa con un bolero de arrabal, de esos que llegan sin permiso a las hondas fibras del alma: Amor de la calle de Fernando Z. Maldonado.
La bohemia tiene voces que a veces parecen escondidas en rincones que no están tan a la vista, pero en el estado de Morelos hay una reina de la interpretación, es Angélica Jaramillo que canta de Paz Martínez Te propongo algo, una canción de esas que sólo conocedores han escuchado antes. El grato aplauso del teatro se hace vestido de gratitud y es que no hay instante que nos decepcione. Ahora es tiempo de que una voz joven nos deleite con una nueva pieza del haber romántico de México: Pablo Marentes canta Cuando nace una canción, de Rodrigo de la Cadena.
Hay una canción que yo ya esperaba poder disfrutar en vivo, y es que con tanto amigo talentoso uno siempre espera el instante en que hagan lucir no aquellas canciones de siempre, sino las joyas que parecen rezagadas en las arenas del tiempo, pero estos cuatro hermanos oriundos de Celaya, Guanajuato, tienen talento hasta para aventar pa' arriba: el cuarteto de Los Miranda nos regalan Profecía de Adolfo Guzmán, con los arreglos orquestales de Abraham Barrera, y es que fíjese que hay una notable diferencia de escuchar la versión grabada a hacerlo con los músicos en vivo, y aquí sin duda deslumbró este bolero cubano de quien creara esa inmortal frase de no puedo ser feliz...
Hay quien vive para continuar un legado y ser vigía de que se dignifique la obra de quien le dio la vida, es el caso de Álvaro Carrillo Jr., que canta de su padre Un poco más, dicho sea de paso, mi bolero favorito de los tantos que hizo el agrónomo del bolero, San Álvaro Carrillo, santo entre los bohemios que nos encomendamos a su repertorio.
El cantante de cantantes, una voz experimentada y con la perfección interpretativa como cualidad que lo distingue, Javier Gerardo, canta Sin ti sin mi de Rodrigo de la Cadena. Para cerrar este bloque nacional viene otra legataria, heredera de uno de mis cantantes favoritos de boleros: Pepe Jara, es su hija, Rosario Jara, que canta Eso de Álvaro Carrillo. ¡Qué porte y qué grande actuación!
Es hora de recibir a otros cantantes que han venido de lejanas tierras a honrar al bolero. De la Argentina viene María Inés Montilla a regalarnos una versión prístina de uno de los grandes éxitos de José Alfredo Jiménez, Si nos dejan.
Otra de las voces que me dejó atónito vino de la hermana República Dominicana, se llama Diomary, que nos ofrendó un popurrí de boleros Todo me gusta de ti de Cuco Estevez, Aunque me cueste la vida de Luis Kalaff, de Mario de Jesús Y..., de Rafael Solano Por amor, pero con un estilo y potencia que pocas veces he tenido la fortuna de presenciar.
De la tierra de la samba, de la bossa-nova el maestro Joao Henrique al piano y con la orquesta interpreta Caminemos de Heriberto Martins y Alfredo Gil, en portugués. ¡Vaya deleite escuchar este bolero en su idioma original!
Vino entonces una dama de belleza deslumbrante y voz espectacular, Susanne Smolinska de Polonia, que a su estilo borda el bolero Veinte años de María Teresa Vera en polaco y español acompañada por la orquesta.
¿Se acuerda que mencioné a Adolfo Guzmán y su famosa canción No puedo ser feliz. Pues no podía faltar en esta noche de cubanía, pero ahora con orquesta vibró en la voz de Alberto Bermúdez, quien naturalmente es de Cuba. Alexandra Gravas de Grecia Nunca en domingo de Manos Hatzadskis y Mario Molina Montes y de Carlos Eleta Almarán Historia de un amor, en ambos casos en idioma griego y en español.
Luchito Muñoz del Perú canta Mírame más de Julio Gutierrez junto a la OMB. Con Rodrigo en el piano de Manzanero Lucho canta Voy a apagar la luz quien puso a cantar al público al unísono en coro, improvisando en el piano y pregonando, sin duda un tremendo artista que esperemos repita en el próximo festival, en 2023.
Ya he dicho que Yaíma se había ganado a todo mundo y exigíamos una segunda vuelta de su tremenda voz, viene con Felipe Valdés a interpretar Yo no soy tu amiga de Armando Manzanero. El aplauso no se hace esperar y es que esa intimidad de la guitarra y la voz, así como la hace sonar el maestro Felipe y así como nos pone la piel chinita Yaíma, no puede dejar indiferente a nadie. Para cerrar su aparición en este festival es que con la Orquesta interpreta “La última noche” de Bobby Collazo, dejándonos con ganas de más, es otra de las artistas que más esperamos ver el año que entra. Termina así el bloque internacional y volvemos con los nuestros, grandes artistas de México, y para retomar viene Polly de México a entonar con la orquesta el bolero “Flores negras” de Sergio de Karlo.
Rodolfo Muñiz, tremendo intérprete ya con la experiencia de haber sido representante de México en el Festival OTI de 1991 interpretó con la orquesta el bolero de Armando Manzanero “Te extraño”. Llegó la hora de ver a mi tocayo, el maestro Omar Alexander que fue el ganador de la segunda edición de La Voz Senior, interpretando “Total” de Ricardo G. Perdomo, que muchos recordamos en las voces de Celio González o de Vikki Carr.
Marcos Valdés nos conduce al pasado, a esos años dulces del cine de oro nacional, homenajeando a su tío Tintán cantando “Contigo” de Claudio Estrada con la Orquesta Mexicana del Bolero.
Y al fin uno de los cantantes más queridos por todo el público por esa personalidad que nos ha dejado en cada aparición, ya en los escenarios o en la televisión, que tiene ya ganado su sitio en el firmamento de las estrellas es nuestro Coque Muñiz, que entre anécdotas y risas nos canta “En mi viejo San Juan” Noel Estrada. Junto a su primo Rodolfo canta “Piel Canela” de Bobby Capó, poniendo a bailar a todos los presentes.
De lo guapachoso nos llevan a la emotividad, a recordar a ese entrañable compositor que nos dejó hace poco, es que no habrá tiempo ni forma para despegarse del afecto que todos tenemos por la música de Armando Manzanero que recibe un homenaje muy sentido. Coque canta “Por debajo de la mesa”, Rodrigo hace lucir “Nada personal”, Javier Gerardo se une al ensamble con “Esperaré”, Rodolfo Muñiz deleita con “Como yo te amé”. Coque cierra el acto con el inolvidable bolero “No sé tú”.
Ha sido una noche inolvidable, estas cuatro horas de canciones nos han dejado con ganas de rentar el teatro el mes entero para disfrutar más de tantas voces y tantos recuerdos que se quedan en el tintero. Todos los artistas en el escenario se arremolinan para entonar la canción mexicana más grabada de todos los tiempos, ese himno que cualquier persona que lo escucha, sea del país que sea, a los primeros compases dice ¡México! "Bésame mucho" de Consuelo Velázquez es el número final para cerrar esta gala. ¡De lo que se han perdido esta noche quienes no han venido! Pero ya vendrá otro festival, otras voces, otros bríos para decir a grito abierto ¡El bolero vive y hoy más que nunca!
Comments